Britney Spears: El trágico antes y el después

Britney Spears supo mantenerse en el podio y bajarse de el, con una rápidez impresionante. Sus multiples escándalos, en donde la noche, las fiestas, el alcohol y la falta de ropa interior eran factor común; le dieron una mala imagen que apenas si pudo manejar.

El cambio fue tan radical, que los fans de la cantante se vieron decepcionados y hasta hubo aquellos que cerraron páginas webs que le dedicaban a su diva. Pese que Britney pidió disculpas, publicó cartas en donde trataba de explicar por lo que pasaba, e incluso se hizo tratar por sus adicciones en la clínica de rehablitación Promises - en donde también estuvo su ex amiga Lindsay Lohan – no pudo volver a la imagen de niña inmaculada que había cautivado al público, en un principio.

Tantos escándalos, casi le vale la pérdida de la tenencia de sus dos hijos, y según la critica hollywodense le costó su carrera.

Sin embargo, muchos creían y especulaban en un regreso triunfal, en donde la esperada actuación de la cantante deslumbraría al mundo y le devolvería su lugar en el pop. Nada de esto pasó.

Britney estuvo muy lejos de un triunfo, fue lenta en el escenario, le faltaron expresiones y gestos, que antes movilizaban y hasta parecía que no sabía su propia canción.

Las explicaciones son de lo más variadas:

Estaba alcoholizada al momento de actuar, porque se le habría ido la mano con margaritas, que bebió durante la tarde.
Se le rompió el taco aguja de una de sus botas, por lo que sus movimientos no podían ser bruscos, por miedo a caer.
Estaba muy nerviosa ya que la sorprendió la cantidad de gente que había.
Y, por último, se habla de una versión que une a todas, y que agrega que se habría peleado con su peluquero, porque no estaba conforme con su peinado.

Muy diferente fue, entre tantas, la actuación de los Premios MTV en el 2000 cuando la estrella se encontraba en su más dulce apogeo. En ese momento interpretó una versión de “I can't get no satisfaction” que luego enlazó con su conocida “Ops, I did it again”.

Con bailes enégicos y sensuales, la cantante deslumbró al público y al mundo que la vio. Su magnetismo iluminó el escenario. La diferencia con la presentación de este año es tan abismal, que no parecen la misma persona.

Via adnmundo