La Princesa de Asturias, en bikini

jueves, 9 de agosto de 2007 |

Son las fotografías del verano. No hace falta anunciarlas con grandes letras rojas en portada, ni subrayar que se trata de una 'exclusiva', quizás la más arriesgada que 'Hola' haya publicado en los últimos tiempos. De hecho la revista, tratando de guardar su apariencia institucional, las esconde bajo el ala, detrás de un enorme despliegue de páginas sobre las vacaciones estivales de la familia real, detrás de las fotos de todos los años. Y es que las imágenes de la Princesa de Asturias en bikini, desde lejos, desenfocadas y bajo el maquillaje de su titular "Confidencias bajo el sol de Mallorca" no son las de todos los años.
Se trata de una serie de cinco instantáneas en las que se puede ver a doña Sofía, en bañador rojo, y a Letizia Ortiz, en bikini blanco, cómo conversan mientras permanecen sentadas en la popa del yate real 'Fortuna', anclado en una bella cala de Mallorca. Nuera y suegra aparecen solas y mantienen una charla animada, mientras la Princesa de Asturias protege su cabeza del sol con una gorra blanca. A pesar de la mala calidad de las fotografías, que impiden conocer otros detalles, Letizia Ortiz muestra un tipo esbelto y saludable alejado de la extrema delgadez que ha mostrado en otras ocasiones y que han dado lugar a especulaciones sobre su salud. Por su parte, la Reina, que en noviembre cumplirá 69 años, luce un aspecto magnífico.

Por lo demás seguimos con lo de siempre: arrumacos, heridas en la nariz, regatas y gafas de sol. Así es la vida en los mundos de Marivent, ese lugar de ensueño donde la familia real al completo se reúne cada verano y hace las delicias de los reporteros y fotógrafos de todas las revistas del corazón. Y como lucero en la noche o flexo de oficina destaca Leonor, siempre Leonor. Esa infanta de la que es imposible dejar de hablar y que las revistas nos la muestran de todas las maneras posibles. De pie, sonriendo, mirando furtiva, con gorra rosa, con sombrero blanco, llamando a su padre: "papá, papá" (increíble documento) o intercambiando prendas con su abuela, que ya le presta las gafas de sol a la primogénita de su hijo, inquieta y traviesa, curiosa y rubia, en la foto más tierna jamás expuesta. Que alguien le preste un babero a la Reina que se deshace con su nieta...

Princesa por sorpresa

Pero la 'vie en rose' continúa y no hay que olvidar a otras mujeres que también soñaron de pequeñas con ser princesas y han luchado con tesón y garra hasta que han visto su ilusión convertida en realidad. Es el caso de 'la romántica boda de Sonia Ferrer', que destacan en sus portadas 'Lecturas', 'Semana' y 'Diez Minutos'. Nunca una ocasión fue tan bien aprovechada para lucir el buen gusto y la sencillez sin igual. La presentadora de 'Gente' no dudó ni un instante y, para acompañar un traje de novia de corte imperio, lució blanca y radiante una fabulosa tiara de diamantes con cierto parecido a la que lució ese otro grande que fue Napoléon el día de su coronación. Y es que desde luego nadie puede dudar que Sonia Ferrer tiene honor, gloria y talento para compararse, y mejorar si cabe, a quien se le ponga por delante.

La extraña pareja

Y de la felicidad más absoluta (una corona no la luce una todos los días) a la preocupación más honda, la que surge al ver las fotos de Lara Dibildos y Álvaro Muñoz Escassi que publica 'Lecturas' en una impresionante "exclusiva" que titula "Lara y Álvaro, separados pero muy unidos". La "extraña pareja", que anunció su ruptura hace dos meses, pasea cogidos por el hombro en Sotogrande, disfrutan juntos en el yate del jinete y entre ellos existe una "evidente atracción", según afirman las palabras que acompañan a estas fotografías. La revista especula con una posible reconciliación que a muchos pone los pelos de punta. En la futura y espeluznante fiesta de aniversario que organicen alguien debería regalarle a Lara una fusta... para que ensaye sus tareas de amazona, por supuesto.

Y si de damas pinta el juego, la entrevista de Rosa Villacastín en 'Diez Minutos' a la gran dama de corazones que es Terelu Campos no tiene desperdicio. En ella confiesa que no le apetece ver impresa la lista de hombres con los que ha mantenido una relación. Lo que no dice es que ni le apetece a ella ni le apetece a nadie, pero que si no fuera por eso llenaría la nevera de mucho aire y poco buey. Ahí queda eso.

Via Canarias7

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