Clooney aborda la corrupción y la avaricia en una nueva película

viernes, 31 de agosto de 2007 |

George Clooney interpreta a un abogado quemado que trabaja para una firma legal neoyorquina en su última película, en la que aborda la corrupción corporativa, la avaricia personal y el dilema moral al que se enfrentan las personas en su puesto de trabajo.
Tony Gilroy hace su debut en la dirección con "Michael Clayton", que compite en la sección oficial de la Mostra de Venecia, donde se estrena mundialmente el viernes.
Clooney, de 46 años, que tiene casa en Italia y es asiduo a Venecia, dijo que no le pagaron por su papel, lo que muestra de nuevo su hábito de mezclar grandes producciones de Hollywood con películas de menor presupuesto que tratan sobre temas de actualidad.

Clayton es llamado a todas horas para saldar los problemas legales de los empleados y los clientes, y también tiene que lidiar con su afición al juego, las deudas personales y una vida familiar complicada que le deja deprimido y moralmente a la deriva.

Interpretando a un personaje con bolsas en los ojos y una apariencia decadente, Clooney deja el glamour a la puerta del estudio.

"Es un hombre con la soga al cuello, básicamente, ha agotado todas sus opciones y todo se le cae encima", dijo el actor a los periodistas después de la proyección de la película a la prensa.

Gilroy dijo que quiso explorar no sólo la cultura corporativa y la corrupción, sino también los individuos de las compañías y por qué hacen lo que hacen.

"Todas estas corporaciones de las que hablamos, están repletas de gente", dijo. "Son todo decisiones, personas en habitaciones, gente que decide", añadió.

"Y estas personas se van a casa y quieren a sus hijos, pero cada día vuelven y hacen pequeños recortes en su moralidad", dijo.

Clooney se irritó visiblemente cuando le preguntaron si su apoyo a productos de grandes firmas chocaba de alguna forma con su interpretación en una película sobre corrupción.

"No voy a disculparme con usted por intentar ganarme la vida de vez en cuando", dijo. "Realmente no tengo una respuesta. Es una pregunta un tanto irritante".

Tras cerrar el micrófono, continuó murmurando airadamente, aunque sus palabras no las podía escuchar el público.

Via swissinfo

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