Integrarán entrevistas policiales a paparazzi en caso Diana

jueves, 8 de noviembre de 2007 |

El juez encargado de la investigación sobre la muerte de lady Di, Scott Baker, determinó hoy que las transcripciones de las entrevistas que la policía hizo a los paparazzi, que ahora se niegan a testificar, pueden ser empleadas como prueba.

La decisión de Baker permitirá que se reanude la investigación judicial para esclarecer el fallecimiento de la princesa, que perdió la vida el 31 de agosto de 1997 cuando el Mercedes en que viajaba se empotró contra un pilar de un túnel parisino, al escapar de la persecución de varios fotógrafos.

El juez encargado del caso confirmó el martes la negativa de las autoridades francesas a obligar a estos "paparazzi" a prestar declaración en la investigación judicial sobre su muerte.

La mayor parte de los fotógrafos, testigos cruciales, retiraron su cooperación después de que el motorista Stephane Darmon, quien conducía la moto en la que viajaba el fotógrafo Romuald Rat la noche en la que murió la princesa, fuera sometido a un nuevo interrogatorio exhaustivo y supuestamente agresivo en una vista de Londres celebrada el pasado octubre.

Tras negarse a testificar, Michael Mansfiel, abogado que representa al padre de Dodi, llegó a instar al ministro de Justicia, Jack Straw, a que interviniera tras la negativa francesa a forzar a los fotógrafos a testificar.

Baker también matizó hoy, sin embargo, que los abogados que representan al multimillonario Mohamed Al Fayed tienen derecho a oponerse a que las transcripciones de los interrogatorios policiales sean tenidos en cuenta, lo que podría añadir más trabas legales al desarrollo del proceso.

Diana, de 36 años, murió el 31 de agosto de 1997 junto a Dodi Al Fayed, de 42, y al chófer del vehículo, Henri Paul, al chocar el automóvil contra una columna de un túnel, situado junto al puente parisino de Alma, cuando era perseguido por varios "paparazzi".

El jurado de la investigación judicial británica debe establecer si la muerte de la princesa fue producto de una conspiración o un trágico accidente.

Mohamed Al Fayed continúa convencido de que su hijo y Lady Di fueron víctimas de una conspiración al más alto nivel, con la participación incluso del marido de la reina Isabel II, el duque de Edimburgo, para impedir que la pareja pudiera casarse.

Dos investigaciones policiales previas, una en Francia y otra en el Reino Unido, concluyeron que el suceso se debió a un accidente causado porque el conductor iba muy rápido y bajo la influencia del alcohol.

Via eluniversal

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