Estrellas de "Sex and the City" cuentan por qué no obviaron su edad madura en el film

miércoles, 14 de mayo de 2008 |

Al principio de la película “Sex and the City”, Carrie y el gran amor de su vida están en la cama. ¿Es una escena apasionada? Qué va, están leyendo. Los dos necesitan anteojos, y tienen un solo par.

Estos dos personajes, que estremecieron la pantalla chica con sus encuentros sexuales, aparecen ahora compartiendo anteojos para leer, en una escena secundaria que, de forma muy delicada, deja en claro que el tiempo ha pasado y que ambos han dejado atrás esa etapa de sus vidas.

Ya transcurrió una década desde que “Sex and the City” irrumpió en la cadena HBO, detallando las andanzas de la columnista de temas sexuales Carrie y sus tres amigas en busca de amor, sexo y ropa.

Estas mujeres treintañeras que pasaron seis temporadas bebiendo y teniendo aventuras, son ahora cuarentonas, por no decir cincuentonas. Y los cínicos se preguntan: “¿Cómo van a hacer? ¿Cómo encara la película el tema de la edad?”.

Menos sexo y más ropa de moda

En entrevistas con la AP, las protagonistas respondieron uniformemente: Se lo encara de frente, sin rodeos. Y se reconoce que ya no son las jovencitas de antes.

“Cuando comenzamos a hablar de hacer la película, sabíamos que había un solo camino”, expresó Sarah Jessica Parker, quien hace de Carrie y coprodujo la cinta. “No podemos fingir que tenemos 32 años y seguimos dando vueltas por Nueva York, bebiendo y buscando relaciones sexuales interesantes. Hubiera sido algo vulgar. Ninguna de nosotras hubiera querido hacer eso”.

La película transcurre en el presente, no donde terminó la serie hace cuatro años. Carrie acaba de pasar los 40, trabaja en Vogue y es una escritora de éxito.

Tiene más dinero que antes y también tiene a su gran amor, quien viajó a París en el último episodio de la serie para rescatarla cuando se embarcaba en una relación sin futuro. Ahora se los ve felices, por lo menos en los adelantos de la cinta, y se sabe que hay un casamiento planeado y un espectacular vestido de bodas.

Las complicaciones del rodaje

Pero es fácil pronosticar que van a surgir complicaciones y momentos duros. La trama es muy distinta a la que tenían en mente los productores inicialmente, cuando el proyecto se estancó, en buena medida porque Kim Cattrall, quien hace de Samantha, exigía más dinero y más participación en la parte creativa.

“La película que pensábamos hacer era muy distinta”, dijo Parker, de 43 años. “Era una trama juguetona, como esas cintas de Bob Hope y Bing Crosby. Pero han pasado cuatro años y han sucedido muchas cosas en todas las relaciones”.

Incluidas las relaciones entre las cuatro amigas, señala Cynthia Nixon, Miranda, la abogada nerviosa que enfrenta un momento de crisis en el comienzo de la película.
“Estábamos conscientes, en parte porque se trata de la pantalla grande y en parte porque somos mayores, de que hay que encarar los problemas con un cierto nivel de madurez”, expresó. “Por eso, cuando Miranda y Carrie se pelean, toman cierta distancia y ven cómo resuelven las cosas”.

La madurez se aprecia también en la ropa. “Si siguiésemos luciendo los modelos locos de hace diez años, no se vería bien”, dijo Nixon. Pero los amantes de la moda pueden dormir tranquilos: verán indumentarias fabulosas.

“Eso no cambió. Hay ropa y zapatos espectaculares”, afirmó Kristin Davis, quien hace de Charlotte, la muchacha de alta sociedad que halló la felicidad con su marido Harry y su hija china adoptada. “Pero no podemos hacer de cuenta que no ha pasado el tiempo. La idea es decir las cosas como son”.

Los años no pasan en vano

El mejor ejemplo de ello es Samantha Jones, el personaje de Cattrall, una mujer desinhibida que hacía realidad todas sus fantasías sexuales. En los últimos episodios de la serie, Samantha lidiaba con un cáncer de pecho.

Cattrall tiene 51 años y en la serie se insinuaba, pero nunca se dijo explícitamente, que era un poco mayor que sus compinches. En la película, se revela su edad y se lo hace de un modo festivo, conmovedor.

“Eso es algo extraordinario en una película de Hollywood”, sostuvo Cattrall. “Pero yo creo que la serie siempre fue así. Ya fuese la edad, el sexo, las relaciones con los hombres, las enfermedades o el 11 de septiembre, siempre se habló francamente”.

Cattrall dice que su actuación estuvo influenciada por su propio proceso de envejecimiento. “En los últimos cuatro años pasaron muchas cosas, y no todas fueron buenas”, manifestó, aludiendo a su divorcio y al diagnóstico de demencia que se le hizo a su padre. “Eso lo afecta a uno”.

Al no haber nadie de la generación más joven, Michael Patrick King, quien escribió el guión y dirigió y coprodujo la cinta, trajo a Jennifer Hudson, de 26 años, para que haga de asistente de Carrie, con avanzados conocimientos de computadoras. Parker dijo que el objetivo era “reflejar lo que representa ese momento en la vida, como se encaran las relaciones amorosas, y lo simple que parece todo a esa edad”.

“Ahora hay otro personaje con el que la gente se puede identificar”, manifestó Hudson, quien ganó un Oscar por “Dreamgirls”. Hizo notar, de paso, que ella es el primer personaje importante de raza negra en esta saga.

Las mujeres no son las únicas que envejecen. El compañero de Carrie, personificado por Chris Noth, también lo hace. Se le ven algunas canas y tiene una actitud más madura hacia el amor. Noth, de 53 años, está encantado de que la cinta explore personajes maduros.

“De dónde salió la idea de que las vidas de los adultos no son tan interesantes como las de los que tienen menos de 30 años?”, pregunta el actor. “Estimo que, de hecho, esto hace que la película sea más relevante. Las chicas lucen mucho mejor. Me alegro de que ofrezcamos algo que puede disfrutar la gente adulta”.

Via emol.com

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