La familia de la modelo Katoucha, ahogada en el Sena, asegura que fue asesinada

domingo, 9 de marzo de 2008 |

La familia de la modelo Katoucha, que fue hallada muerta el pasado 28 de febrero en París tras haber estado cuatro semanas desaparecida, ha presentado una denuncia porque sospecha que en realidad fue asesinada, informó hoy Le Parisien.

La denuncia por homicidio voluntario "contra X" (sin identificar a un responsable) la formalizó ayer el abogado de la familia y ex ministro de Exteriores, Roland Dumas, que dos días antes ya había señalado que el padre de la modelo tenía muchos interrogantes sobre las circunstancias de la muerte de su hija, de 47 años.

Prácticamente al mismo tiempo en que Dumas ponía en marcha el procedimiento judicial, se celebraba una ceremonia religiosa en la Mezquita de París en homenaje de Katoucha Niane, pero en ausencia de su cuerpo, que sigue en el Instituto Médico-Legal de la capital francesa. Unas 500 personas participaron en esa ceremonia, entre las que había modelos como Naomi Campbell y Noémie Lenoir, así como el empresario Pierre Berger, en representación de la casa de moda Yves Saint Laurent para la que la fallecida había trabajado.

La mujer había desaparecido al término de una noche de juerga, entre el 1 y el 2 de febrero, y las últimas noticias que se tenían de ella eran las de un amigo que la había acompañado hasta su domicilio, una gabarra amarrada en el río Sena en pleno París monumental.

Su cadáver apareció el 28 de ese mismo mes en el río y, según los primeros resultados de la autopsia, murió por una "inmersión rápida" y no se encontraron huellas de violencia en el cuerpo, que -de acuerdo con los forenses- pasó "cerca de un mes en el agua".

Katoucha era originaria de Guinea Conakry (donde había nacido) e hija del conocido escritor e historiador de ese país Djibril Tamsir Niane y de una intelectual formada en Francia. Una vez que terminó su carrera en las pasarelas, aprovechó su notoriedad para implicarse en la lucha contra la ablación del clítoris que ella misma había sufrido a los nueve años.

La fallecida, que había llegado a París a los 17 años con una hija recién nacida de un joven al que la habían casado, lo contó en un libro titulado Dans ma chair (en mis carnes).

Via 20minutos.es

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