Con gafas oscuras, un gorro y vestido de negro, llegó ayer Bob Dylan a las 20:00 horas. Todos los movimientos fueron fríamente calculados para mantener el sigilo y la distancia que lo caracterizan: a la salida del aeropuerto de Santiago por el sector Aerocardal, tres van se encargaron de esconder al cantante. Poco antes de las 21:00 horas, Dylan y su comitiva llegaron al hotel Sheraton, donde también se hospeda Iron Maiden. Carabineros resguardaba el lugar. El artista decidió llegar en avión privado para mantener aún más el sigilo.
No es raro que opte por mantenerse alejado. Aunque nunca se sabe qué pasará mañana en su concierto en Arena Santiago. Porque Bob Dylan armó gran parte de su leyenda gracias a jugadas impredecibles que fracturaban todas las convenciones artísticas de su época. Lo hizo en 1965, cuando en pleno festival de Newport se atrevió a enchufar la guitarra y sepultar su estampa de héroe folk.
Y, aunque se trate de un episodio mucho más pagano, volvió a derribar prejuicios la noche del jueves 6 en su recital en Sao Paulo. Cuando el cantautor ofrecía uno de sus últimos temas en el teatro Vía Funchal, una chica saltó las barreras de seguridad y llegó hasta el escenario, donde abrazó y besó al artista.
Según relata la prensa brasileña, Dylan se incomodó, pero siguió manteniendo su estilo parco y casi inexpresivo. Salvo por un detalle: cuando terminó la canción, el hombre de "Like a rolling stone" se acercó al micrófono y lanzó: "Gracias, amigos. Y me gustaría dar las gracias a la joven, por subir aquí y unirse a nosotros en el escenario". Luego se río nerviosamente y, para impacto de todos, extendió su discurso: "¿Dónde se fue? Le quiero dar mi sombrero. No dejen que se vaya".
El gesto de amabilidad es casi inédito en los conciertos de Dylan, siempre en silencio, sin saludar a la audiencia y, en ocasiones, situándose de costado al instalarse en el teclado. De hecho, en sus dos shows de la semana pasada en Ciudad de México (donde partió la gira latina), sólo intervino cuando presentó a su notable banda de cinco músicos y cuando dijo en español: "Gracias, México".
El paso por Brasil también dio luces de lo que será su repertorio en Arena Santiago. En su presentación en Sao Paulo, optó por no cantar "Blowin' in the wind" y la reemplazó por otra clásica: "All along the watchtower". También se atrevió con otras joyas, como "Lay lady lay" y "My back pages". El cantautor ha intentado priorizar sus grandes himnos en su gira por Latinoamérica.
Buena venta
Aunque la incertidumbre de su agenda será una de las marcas del paso de Dylan por Chile, hay un hito que ya está seguro: a este show en Arena Santiago irá mucha más gente que en 1998 en el teatro Caupolicán, cuando se presentó ante 4 mil 500 personas. Ya hay vendidos cerca de 9 mil boletos y los sectores de cancha, galería y platinum está agotadoS. Según sus organizadores, podrían llegar cerca de 10 mil personas. Entradas en www.puntoticket.com, tiendas Ripley y al 6004626000.
DE GIRA
TRAS CHILE, el artista llevará su "Never ending tour" a Córdoba, Buenos Aires, Rosario y Punta del Este.
Via elmercurio.com
Bob Dylan llega hermético tras inédito gesto en Brasil
martes, 11 de marzo de 2008 Publicado por Shujel en 11:04 | Etiquetas: Musica
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