Mario y Arturoi Longton intentan escapar de la hacienda de 1810

jueves, 9 de abril de 2009 |

Una vez más, Mario Ortega sorprendió con sus locuras. Esta vez, el ganador de “Amor Ciego II” encontró un aliado para sus travesuras y el encargado de potenciar los arrebatos de Súper Mario no podía ser otro que Arturo Longton. Tal para cual.

En el capítulo de ayer los chicos debían competir para ganar entradas para el partido de Chile y Uruguay, y tanto Mario como Arturo no lograron adjudicarse uno de los ticket para asistir al duelo futbolístico.

Pero los chicos reality no se conformaron con ver el partido por televisión y sin pensarlo dos veces emprendieron una travesía que podría haberlos llevado al Estadio Nacional si es que hubiesen escogido el camino correcto.

Los chicos partieron hacia los pastizales para huir hacia el recinto de Ñuñoa. “Yo salgo por acá y tu sales por el hoyo así no sabrán a cual de los dos seguir”, dijo Mario, demostrando su faceta de estratega.

Sin embargo, algo los hizo cambiar de opinión y decidieron salir por la puerta de la hacienda a vista y paciencia de todas las cámaras y de Juan Pablo Álvarez quien miraba con envidia como sus compañeros emprendían la travesía de sus vidas. “Se fueron cara de palo. Que son tontos, yo les dije que se fueran por abajo”, sentenciaba el ex recluta, anticipando que el escape no terminaría como lo habían planeado.

Y el ex pelotón no se equivocó, porque minutos más tarde apareció Mario y Arturo de regreso en la hacienda y con el rabo entre las piernas.

Al reflexionar sobre lo que habían hecho, Longton se mostró arrepentido. “Debí haber pensado mejor. No por un capricho iba a perder todo lo que llevo adentro”, lanzó el chico reality en un ataque de madurez nunca antes visto.

Sin embargo, Mario no pensaba lo mismo. “No habrías alcanzado a llegar”, le dijo Janis al enterarse de la hazaña. Y Ortega respondió, “la hacíamos corta. Entrábamos igual, sin importar guardias, ni nada”, repetía el ganador de “Amor Ciego II”, mientras escuchaba a Longton que no paraba de expresar lo arrepentido que estaba por haber intentado salir del la hacienda. Pero ni siquiera los lamentos del viñamarino lograron calmar las ansias futbolísticas de Súper Mario, quien le reprochaba, “para ti habría sido una más, nadie te habría juzgado. Podríamos decir que eres un prócer de infringir la ley, podrías haber sido mi mentor”, afrimó Mario.

Y Arturo sólo se limitaba a repetir, “por algo fue”.

Luego, los chicos fueron a la habitación del siglo XXI para presenciar el duelo de Chile ante Uruguay, pero Mario prefirió quedarse en el patio llorando sus penas. “No fui determinante en mi decisión. Podría haber estado ahí”, se lamentaba Súper Mario.

Finalmente fue Juan Pablo Álvarez quien lo convenció a Ortega de que se uniera al resto de los participantes para ver el partido.

Via terra.cl

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